1. El administrador y la ética
En
una empresa u organización ser un administrador efectivo es una labor muy
demandante, pero en la actualidad, enfrentan desafíos muy particulares. La cada
vez más alarmante contaminación industrial nos recuerda que al destinar
recursos los administradores inevitablemente incurren en ventajas y
desventajas, sin importar lo que hagan o dejen de hacer. El estudio de quién
resulta, y quién debe resultar beneficiado o perjudicado por una acción en
particular se denomina ética, la cual estudia también quien goza de derechos de
cualquier índole, y quién goza de ellos. En un plano superficial, es
relativamente fácil juzgar si una práctica empresarial es correcta e incorrecta
en términos de ética. Lo complejo, en particular cuando las normas
convencionales no son aplicadas, consiste en comprender los conceptos y las
técnicas de la toma de decisiones éticas para poder establecer juicios de orden
moral más adecuados.
Desde el punto de vista
meramente filosófico, la ética es la ciencia que estudia las actuaciones
humanas en cuanto se relacionan con los fines que determinan su rectitud. En
general toda ética pretende determinar una conducta ideal del hombre. Desde la
perspectiva de la ética especial o de ontología que trata de los deberes que se
imponen al hombre según los distintos aspectos o campos en que se desarrolla su
vida, es donde podemos ubicar su importancia en el desarrollo del ejercicio
profesional de la administración de personal.
Así las cosas, las normas éticas
y morales sobrepasan las prohibiciones de la ley y el lenguaje de "no
debes", e incluyen las cuestiones del deber y el lenguaje de "se debe
y no se debe hacer". La ética se refiere al deber humano y a los
principios en los que se apoyan estas obligaciones.
Todas las empresas tienen
una obligación ética, y de hecho la administración de personal, hacia cada uno
de los cinco grupos que las constituyen: propietarios, accionistas, empleados,
clientes, proveedores y la comunidad en general. Pero, no solo en términos de
normas y deberes como reglas, sino en términos de valores: la libertad, la
igualdad, la solidaridad, el respeto activo y el diálogo. La administración de
personal, en consonancia con las directrices del ejecutivo principal y de los
propietarios, debe propender por la generación de tres elementos éticos
fundamentales que permitan el desarrollo de los valores: la ética de la
responsabilidad, la ética hacia el interés de todos, y la ética de la
organización. Es decir, la administración de personal, debe propender hacia la
consolidación de una empresa ética basada en éstos elementos: una cultura
corporativa sólida (valores construidos colectivamente), el talento humano como
capital principal de la empresa, la calidad como aspiración fundamental, la
combinación de la búsqueda de bienes tangibles (materiales) e intangibles
(armonía, cooperación, ausencia de conflictos, cordialidad) preocupación por
los clientes, trabajadores, proveedores y los competidores, en el marco de sus
actuaciones, y no solo por sus accionistas, asumir la responsabilidad social
por las acciones de la empresa, ejercer una dirección basada en los valores, y
predominio de un contrato moral de la empresa con sus integrantes, más allá del
contrato legal.
2. La competencia y la ética
La Regla Clave es: Competir.
Y esta competencia ya plantea reglas:
- Con los
competidores. Aquí las reglas éticas reciben el nombre genérico de competencia
leal, sancionándose la deslealtad. Competencia leal es luchar con armas
licitas: que son calidad y precio bajo. Y desde luego, precio bajo fundado en
eficiencia. Publicidad vinculada a la verdad: no mentir ensalzando el propio
bien; no rebajar ni denigrar el de la competencia.
- Con el público también hay deberes de competencia:
- No atentar contra la salud
- No atentar contra la seguridad
- No atentar contra el medio ambiente
Uno de los
deberes importantes de los empresarios son aquellos vinculados a la publicidad,
la que debe ajustarse a padrones éticos, como la veracidad y buena fe.
3.
Virtudes específicas del empresario:
Es indudable
que hay virtudes específicas del empresario. Así como Platón, en su República,
analiza las virtudes esenciales del poeta, del guardián y de otros que
desempeñan roles en su sociedad ideal, así también podemos asignar virtudes esenciales
al empresario. Si el militar debe ser valeroso, el juez justo y prudente, ¿qué
ha de caracterizar al empresario?
Planteó algunas
de las muchas hipótesis posibles. El empresario ha de ser laborioso,
imaginativo, íntegro. Tiene deberes que cabe referir a la verdad: la de ser
veraz y transparente, garantizado con esas virtudes la calidad de los productos
y servicios que ofrece; la de ser prudente, no abusando de información que
logre y pueda perjudicar a sus competidores; la de ser audaz, asumiendo riesgos,
que son los que, en definitiva justifican la ganancia ha de ser mesurado en la
obtención de esta y no lograrla a toda costa.
Estimó que una cualidad del
empresario, como de otras actividades, entres las que incluyo la del jurista es
la de cierta distinción en el logro de sus fines, en que el logro no haga
desaparecer cierta prestancia en la integridad de su acción.
El empresario
debe preocuparse de los costos. Si incurre en altos costos no será competitivo
pero debe tener presente que faltara a la ética es para el un costo alto y
aunque no necesariamente se concrete en registros contables.
4.
Empresa y misión del estado en la ética publica y privada
El estado como agente emprendedor de
políticas gubernamentales y candado principal de apoyo y gestiones
empresariales, tiene dentro de su margen el estudio que hoy en día resaltara en
el futuro la economía del país el cual esta orientado a la educación, este
objetivo que hoy la educación tiene debe estar orientado principalmente al
ámbito del trabajo no solo como un grupo emprendedor sino que como un equipo de
trabajo, de creatividad, y emprendedor hacia objetivos comunes, esto porque hoy
en día la empresa necesita mucho de estos conceptos para lograr su que hacer
diario y en el futuro.
Esto significa
que la empresa no solo se compone de los empresarios sino que son:
Empresarios + Trabajo +
Comunidad
|
Y este último
factor por decir es el que la empresa debe poner cuidado para no ejercer
fuerzas que puedan dañar su integridad y no mirándolo desde el punto presente
sino que el más importante desde un punto de vista a largo plazo, visión de
futuro.
La empresa como
organismo no posee una sola relación con el estado, sino su campo va mucho más
allá su relación con:
Proveedores
clientes y trabajadores: Climas y Normas de Valores
Deben estar en un clima que
se debe regir bajo ciertas normas de valores que permitan guardar el equilibrio
necesario y no se imponga reglas que signifiquen abusos o imposiciones
indebidas para unas de las partes como para todas las partes que en su conjunto
no benefician a nadie.
La relación empresa estado
se considera relevante, pero ha ido perdiendo importancia con respecto a las
otras variables debido a que principalmente el estado ha ido liberando
regulaciones y delegando directamente en las empresas sus funciones, ampliando
su ámbito y responsabilidad frente a numerables temas relacionado con la ética.
5. El modelo antropológico y la ética
El modelo tiene sus
antecedentes en la Escuela
de las Relaciones Humanas surgida posteriormente a la segunda guerra mundial, y
descansa sobre los estudios históricos erigidos en torno al fenómeno de la
"motivación humana".
El objetivo final
propugnado por el Modelo Antropológico tiende a ir mucho más allá que el
objetivo financiero de "crear valor para los accionistas" a través de
"la generación de mayor valor de mercado posible para los titulares de
capital de riesgo". El objetivo
instrumental u operativo, es el de crear más valor para la empresa y el cual
alimenta el objetivo final de "servir a la sociedad".
Los valores éticos se han
impregnado en el acontecer empresarial y se está experimentando un retorno de
la espiritualidad, en el sentido de impregnarse de valores morales que reflejen
un comportamiento más integral, pero este regreso hacia una posición particular
no obedece a un signo de carácter religioso puro, sino que a un signo
exclusivamente empresarial, que se relaciona con el fin último de toda empresa,
el cual es el de servir a la sociedad donde se inserta y que se rodea de fines
operativos importantísimos ligados estrechamente a la obtención y generación de
más valor para las empresas mismas. En consecuencia, el objetivo de los
gerentes de que sus empresas sean más valiosas, se supedita a una actitud y a
un comportamiento de todos sus dirigentes que se liga, a su vez, con la
permanencia en el largo plazo. En suma, el actuar éticamente no obedece a un
puritanismo de los nuevos dirigentes, sino que a una necesidad para la
obtención de mayor valor para sus empresas.
Este valor se traduce en mayor competitividad,
mayor productividad, mejor atención de clientes y proveedores y
consecuentemente, posicionamiento, que implica ganar una mayor participación de
mercado.
6.
La
creación de valor en las empresas
La base del "valor" reside
en la forma como los nuevos gerentes dirigen los negocios. Ya no basta con ser
un "gerente competitivo" sino que se debe experimentar una
transformación a "líder"; que ante todo sabe, que es una persona y
que está rodeado de personas. Ello implica en ocasiones el perder la condición
de gerente "parco" y aceptar la de ser el eje central de las
actividades que desarrollan todas las personas en la empresa que dirige.
Consecuentemente, el modelo
antropológico sitúa en el centro a las personas, ya no como un recurso
"más", sino como seres que merecen el mejor y mayor de los respetos.
Estas personas son los accionistas, los directivos, los proveedores, los
empleados y los clientes. Y tratarlos como personas equivale a generar un clima
propicio para el logro de la más alta de las productividades que se refleja en
el logro inevitable de los más altos rendimientos mercadológicos, económicos y
financieros.
De ahí que el actuar
éticamente sea una necesidad, no porque se prescriba en textos místicos, sino
porque con ello estamos preparados para alcanzar éxitos financieros que
conducen al crecimiento y desarrollo permanente de las empresas.
Esta actitud, del quehacer
ético, está ligada al intenso desarrollo de la tecnología de la información, y
a pesar de que siempre existe corrupción, fraudes y engaños, ahora es mucho más
fácil detectarlos y es en la actualidad que ahora se vive, que se sabe, que más
temprano que tarde, la verdad será conocida.
Tres valores que realizan las
empresas son: 1) el valor económico, todos los que hicieron aportes a la
actividad productiva reciben su compensación que les permitirá satisfacer sus
necesidades, 2) el valor psicológico, los que participan del proceso productivo
logran asimilar el aprendizaje para la toma adecuada de decisiones que afectan
a otros o a ellos mismos de forma directa o indirecta, 3) el valor ético, se
aduce al cambio que se produce en el interior de las personas. Los dos últimos
valores son subjetivos pero su influencia es decisiva para la generación del
valor económico.
7. Liderazgo ético y la ética empresarial
El "Liderazgo
Ético" es entonces una necesidad que hace mejor y más rica a la empresa.
Por el contrario, si se busca el enriquecimiento acelerado y sobre bases
ilícitas, la empresa se condena a sí misma.
Ya en estos tiempos, nadie puede
negar la importancia de la inteligencia emocional para la toma de decisiones en
las empresas; que el cliente es cada día más y más exigente y más difícil de
engañar; que el mundo entero se ha reducido por efecto del inmenso desarrollo
de las telecomunicaciones y que el temor a una demanda por efecto de un error
que afecte a terceros, es ahora muy latente en todos.
Es por eso que la ética empresarial
está teniendo, hoy más que nunca, una presencia determinante en la dinámica de
las empresas modernas. Ya no es el tiempo de las glorias pasadas, alcanzadas
sobre pedestales débiles o falsos.
Es el momento de valorizar o
revalorizar las actitudes y valores gerenciales, de tal manera que se comprenda
que la ética empresarial es ahora una necesidad y no una virtud.
0 comentarios:
Publicar un comentario